A la loca carrera de los sueños sólo pueden unirse las locas ideas de los locos. Yo me quedé sentada en un rincón mientras otros discutían sobre mi porvenir. Me quedé un buen rato observándolos tranquilamente. Sus labios subían y bajaban dibujando palabras. Sus manos volaban aseverando razones. Gestos y voces. Y más voces y otros gestos. Baile de bocas y de manos. Cuando me canse de mirarles me levanté y me fui. Nadie lo notó. Creo que aún discuten. Creo que olvidaron el por qué.

lunes, 8 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
¿Te fuiste volando o caminando?
Tengo alas, pero me gusta caminar. Eso si, siempre lo hago a dos palmos sobre el suelo, no creas que es por rebeldía, es que no se de otro modo.
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